NÈMESIS

Es una deidad primordial, por lo que no está sometida a los dictámenes de los Dioses Olímpicos. Es la diosa de la justicia retributiva, la venganza y la fortuna. Castigaba a los que no obedecían a aquellas personas que tenían derecho a mandarlas y, sobre todo, a los hijos desobedientes a sus padres. Recibía los votos y juramentos secretos de su amor y vengaba a los amantes infelices o desgraciados por el perjurio o infidelidad de sus amantes.
Castiga sobre todo la desmesura, sus sanciones tienen usualmente la intención de dejar claro a los hombres que, debido a su condición humana no pueden ser excesivamente afortunados ni deben

trastocar con sus actos, ya sean buenos o malos, el equilibrio universal.
Ha sido descrita como hija de Océano o Zeus (por Pausanias). Por su parte Hesíodo la cree hija de la oscuridad y la noche (Erebo y Nix) mientras que el dramaturgo Eurípides afirmaba que su padre era el mismo.
El origen del culto de Némesis hay que buscarlo en el temor que sentían los griegos a la cólera divina. Considerada por algunos como la fuerza o poder del sol, su culto se había extendido por toda la tierra.
En los cantos ciprios se habla de la unión de Némesis y Zeus, para dar nacimiento a Helena de Troya.
Su equivalente romana, casi en todo, era Envidia.